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Idania Valdés, más allá del Social Club
Fotos: Izuky Pérez
Fotos: Izuky Pérez

Idania Valdés recorre la música cubana con una magia de tradición, de escuela y de mucho escenario. Nació en Los Sitios, un 14 de febrero, y es hija de Julia Casuso y Amadito Valdés, uno de los grandes percusionistas de la Isla. Desde niña frecuentó estudios de música, ensayos en Tropicana y grabaciones en Radio Progreso. Esa fue su formación y la catapulta para continuar los caminos del arte.

Con un padre percusionista y un abuelo clarinetista y saxofonista, escogió el piano porque es el instrumento más completo, luego estudió Dirección coral. Pero siempre quiso ser cantante. Idania tiene la capacidad de subirse a un escenario y transportarnos a otra dimensión, a épocas a ratos distantes porque los ritmos del presente dictan, intentando imponerse, otros sonidos. Por eso ella se ase al ayer y lo reconfigura con su timbre, confianza y disciplina.

Es la voz más joven del Buena Vista Social Club (con poco más de 30 años), y ha descrito un camino musical que ha robado muchos aplausos por todo el mundo. Hoy pudiera ser una gran diva, pero no quiere y no le hace falta.

¿Cómo fue crecer siendo la hija de Amadito Valdés?

Yo llevo con mucho orgullo el ser hija de mi papá. Creo que él ha hecho algo muy importante por mí: no imponer su figura para propiciar mi avance. Por supuesto, soy parte del Buena Vista Social Club porque gracias a él ellos me conocieron, pero no porque dijo que yo tenía que estar ahí. Nunca fue así. Mi papá me enseñó que uno tiene que ganarse las cosas por esfuerzo propio. Hubo un momento en que quizás no asimilaba eso, pero hoy lo entiendo y es lo que me ha dado la posibilidad de avanzar y crecer por mí misma.

¿Cuándo empezaste a trabajar de manera profesional?

Incursioné en varias agrupaciones femeninas y con una hice mi primera gira internacional, a los 17 años. O sea, que siendo estudiante ya empecé a cantar. Al regreso de esta extensa gira por Islas Canarias, fui invitada por mi padre a varios conciertos en el club Motion Blue de Yokohama, Japón, para presentar su disco Bajando Gervasio. Al regresar de estas presentaciones, me llamaron para formar parte del proyecto Buena Vista Social Club. Así empezó todo.

¿Qué ha sido el Buena Vista para ti?

Es la escuela más grande que he tenido en mi vida. Luego de los conservatorios, ha sido la escuela de mi vida durante 16 años. He compartido escenario con leyendas de la música cubana como Ibrahim Ferrer, que fue la persona que más creyó en mí; también Eliades Ochoa y Omara Portuondo, de quien he aprendido muchísimo solamente con mirarla, escucharla, estar a su lado sin hablar, pero nutriéndome de toda la gran maestría y el conocimiento que tiene de la escena. Gracias a ellos yo he avanzado en mi carrera, porque algo que distingue mi estilo es que soy una cantante joven, pero en el fondo de mis interpretaciones está la raíz de la música cubana. Y esa la aprendí de ellos.

Fotos: Izuky Pérez
Fotos: Izuky Pérez

¿Cómo decidiste comenzar en solitario?

Siempre tuve inquietudes. Primero hice dos demos, primero con Manolito Simonet y después con Robertico Carcassés, pero digamos que el parteaguas fue cuando Fernando Trueba me elige como la voz de Rita para su película Chico y Rita. Ahí me di cuenta de que tenía la posibilidad de hacer cosas independientes, sin abandonar el trabajo con el Buena Vista.

Luego de trabajar con Fernando Trueba, grabas tu primer CD Menos mal, ¿qué ha sido de ese trabajo?

Ese un disco muy ecléctico que ganó el premio Cubadisco en la categoría cancionística en el año 2014. Me ha traído muchísimas alegrías, a pesar de que aún no está fabricado, y ese premio supuestamente priorizaría la fabricación. Pero bueno, estamos en 2019. Compartí en la grabación con un maravilloso elenco de jóvenes músicos y con maestros como Barbarito Torres, Amadito Valdés, y Los Van, entre otros, con quien tuve la oportunidad de grabar “Qué decir del dolor”, un tema inédito que el maestro Juan Formell me regaló.

¿Por qué una cantante tan joven escoge un repertorio como ese para su primer CD?

Escogí el repertorio que me hace vibrar. Yo he podido experimentar diferentes géneros, pero lo que realmente disfruto es la canción cubana. Ahora hay gran variedad de estilos y calidades más populares quizás, pero no vale la pena prostituirse musicalmente. Hay que enfocarse en lo que uno quiere. Eso es lo que yo deseo defender.

¿Pensaste en el riesgo que significaría grabar este repertorio en cuanto a popularidad?

Sí, claro. Yo sé que mientras ese sea mi estilo nunca voy a llegar a ser una cantante extremadamente popular.

¿Te interesa serlo?

Me gusta sentirme bien, respetar mis deseos, no hacer cosas con las que luego no esté cómoda. La prueba fue hace dos años cuando quise saber si podía, o no, hacer carrera con este estilo. Y la muestra de que sí podía fue la cantidad de público que asistió al cine Yara a mi primer concierto, del que próximamente saldrá un CD/DVD llamado Idania Valdés, más allá del Club Social. Yo me quedé impresionada porque si existía en mí algún temor de que no debía hacer esa música, ese concierto despejó toda duda.

¿Cómo es llevar una carrera con ese estilo en el panorama musical cubano actual?

Ahora mismo es bien difícil porque la música urbana tiene un auge enorme, pero yo he navegado con bastante suerte. Soy una persona muy visible porque me esfuerzo por serlo. Ahora que el mundo se mueve en las redes sociales estoy intentando siempre poner materiales, obtener seguidores, ir a la radio, a la televisión. Yo hago un trabajo para que, a pesar de que la música que hago no es tan popular, mi imagen como artista esté presente.

Algunos creen que podrías ser la sucesora de Omara Portuondo…

Yo espero que no, porque creo que nadie es reemplazable y mucho menos una estrella de su categoría. Además, creo que tengo las posibilidades y las aptitudes para ser yo misma. Quiero que las personas me reconozcan por mi esfuerzo, por mi trabajo y no por querer igualar, sustituir o reemplazar a alguien. No me interesa eso para nada. Indiscutiblemente, como en el Buena Vista solo hemos trabajado oficialmente dos mujeres: ella y yo, la gente lo ve un poco como la más joven que sustituye a la otra. Y no, para nada. Ni es así ni nunca va a ser así porque no lo voy a permitir, no me interesa. Omara es Omara, e Idania es Idania.

¿Qué tiene que tener una intérprete?

Su propio yo, su propio estilo. Lo más difícil a la hora de elegir ser cantante es intentar que quienes oigan tu voz sepan que eres tú. Entonces, los artistas que estamos sobreviviendo en este medio lo que debemos tener es identidad. Algo en tu interpretación que te haga único.

Sé que tienes un hobby y que es primera vez que lo vas a compartir con tus seguidores…

Sí. Mi hobby más grande es la decoración de interiores, enfocado en los años 50, sobre todo el Mid Century Atomic Style. Soy fanática de eso. Siempre que tengo un tiempo libre investigo, veo las páginas de ventas, hago visitas a los anticuarios y compro. Mi casa está completamente diseñada en ese estilo. Estoy a punto de ver si puedo estudiarlo, hacerlo en serio porque me gusta mucho. Esa es mi línea, como lo es en la música la canción cubana, aquí es esta.

Concierto en el Cine Yara, Marzo 2017. Foto: Gaby Bianchini
Concierto en el Cine Yara, Marzo 2017. Foto: Gaby Bianchini

Eres una mujer muy elegante. ¿Es parte de ser una artista?

Yo soy así. Le presto mucha atención a mi imagen, y quizás hay personas que encuentren eso un poco frívolo, pero para nada, es mi personalidad. Cuido mucho la ropa con la que subo a un escenario porque es un lugar donde uno tiene que respetar al público. Se puede ser sensual, incluso sexy, pero con cuidado. Hay ropas que no son para el escenario, como hay ropas de escenario que no son para la calle y, a veces, algunos artistas pierden esto de vista.

Hablemos de Leo Garrido…

¿Qué te puedo decir de Leo?, que en septiembre hace diez años que estamos juntos y ha sido, después de mis padres, la persona que más me ha apoyado en todo en mi vida. Además del amor, lo más importante es la complicidad y que formamos un gran equipo. Somos dos personas halando para un mismo lado. Todo lo que hoy en día tenemos, tanto personal como profesionalmente, ha sido trabajado juntos.

¿Llegarán los niños?

Sí, ya lo necesitamos. Creo que las parejas deben tener los hijos cuando lo desean y ya lo estamos deseando.

Concierto en el Cine Yara, Marzo 2017. Foto: Gaby Bianchini
Concierto en el Cine Yara, Marzo 2017. Foto: Gaby Bianchini

¿Qué significa hacer música en Cuba?

Lo significa todo. He tenido la posibilidad de viajar bastante, conocer muchas partes del mundo, incluso he tenido propuestas de trabajo en diferentes países. Pero no me ha interesado, porque aquí está mi raíz, mi familia. No quisiera decirte que nunca me voy a ir porque no creo mucho en esas falsas promesas, pero hasta ahora no lo he decidido. Hay un dicho que dice que “la cerveza fría se la toma cualquiera”, aquí hay que tomársela caliente.

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