El año que comienza promete varios focos de atención en Cuba. Estos son cinco de los temas de los que, presumiblemente, se hablará mucho en los medios de prensa y en las calles de la Isla en los próximos doce meses.
1. Reforma constitucional
Luego de meses de debates y polémicas, 2019 debe ser el año en que Cuba apruebe su nueva Constitución. O no.
La futura Carta Magna, que no prevé un cambio en el sistema político cubano y sigue las pautas de las reformas económicas emprendidas en la Isla en los últimos años durante la presidencia de Raúl Castro, será llevada a referendo el 24 de febrero.
En la votación, los cubanos decidirán si respaldan o rechazan el texto aprobado de manera unánime por la Asamblea Nacional de Cuba el pasado 22 de diciembre, tras un proceso de consulta popular donde participaron casi 9 millones de personas y, por primera vez, la comunidad emigrante.
Los votantes responderán una sola pregunta: “¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?”. De ganar el “sí” que promueve el gobierno cubano, la Isla tendrá una nueva Ley de Leyes, en lugar de la todavía vigente, aprobada en 1976 y modificada en varias ocasiones desde entonces.
Su proclamación podría ser el 10 de abril, siguiendo una petición de varios diputados y en coincidencia con el aniversario 150 de la aprobación de la primera Carta Magna cubana por los independentistas de la Isla que luchaban para liberarse de España.
De no ser ratificada, en cambio, se abriría un paréntesis de incertidumbre, en el que no estarían del todo claros los próximos pasos y que mantendría, al menos de momento, la Constitución vigente, que data de 1976, aunque con varias reformas posteriores.
2. La economía, otra vez
El 2019 promete no ser un año fácil para la golpeada economía cubana. El propio presidente Miguel Díaz-Canel dijo a finales de 2018 que “la batalla económica” seguirá siendo “la tarea fundamental y también la más compleja” para Cuba, y que este año será “de ordenamiento”, en el que se priorizará pagar las deudas que acumula su gobierno por encima de la obtención de nuevos créditos.
En sintonía con Díaz-Canel, el ministro cubano de Economía y Planificación, Alejandro Gil, llamó a “potenciar la eficiencia y la productividad” en su última intervención de 2018 en la Asamblea Nacional, donde aseguró que la Isla cuenta con potencial para crecer “ajustando los recursos disponibles” y evitar un mayor endeudamiento externo.
Gil pronosticó un crecimiento de 1,5 %, superior al 1,2 % de 2018 –según datos del gobierno cubano–, pero para lograrlo dijo que será necesario un mejor proceso inversionista, mayor aprovechamiento de las capacidades productivas y la diversificación de las exportaciones. Nada fácil para una economía lastrada por trabas, desidias e ineficiencias internas, además de los efectos del embargo de EE.UU.
Habrá que ver también cuánto puede despegar el sector privado con las nuevas regulaciones sobre su actividad entradas en vigor en diciembre de 2018, y qué es capaz de aportar al conjunto de la economía cubana, a pesar de lastres endémicos para su desempeño como la inexistencia de un mercado mayorista y su imposibilidad de importar a gran escala.
3. Relaciones con EEUU: ¿stand-by o retroceso?
A pesar de que el acuerdo entre Cuba y MLB –para que los peloteros cubanos puedan jugar legalmente en el béisbol estadounidense– y la aprobación de la Ley Agrícola de EE.UU. con una enmienda sobre la Isla, dieron un cierre menos tenso a 2018, el año que comienza no se muestra precisamente esperanzador para las relaciones bilaterales.
Cuba no es una prioridad en la agenda del actual gobierno estadounidense, pero cuando el tema sale a relucir, no es para lanzar campanas al vuelo. Además de sostener el embargo y la hostilidad de su discurso –con su consecuente respuesta por La Habana–, las medidas tomadas por Donald Trump en sus dos años en la Casa Blanca han dado un frenazo al acercamiento promovido por Obama y Raúl Castro y han sido un cubo de agua fría para los promotores del engagement.
Pero en los próximos meses el escenario pudiera empeorar, al menos según las predicciones de algunos analistas, teniendo en cuenta que 2019 es un año pre-electoral.
En busca de votos en la Florida, Trump podría aumentar las restricciones a los viajes de los estadounidenses a Cuba e incluir más hoteles y entidades cubanas a la “lista negra” de lugares prohibidos para los ciudadanos de EE.UU. que visitan la Isla.
El golpe podría llegar hasta el histórico convenio entre la Federación Cubana de Béisbol y la MLB, un acuerdo que ya han amenazado con torpedear el senador Marco Rubio y otros políticos opuestos al acercamiento con la Isla.
4. Los 5 millones de turistas
Cuba los esperaba en 2018, pero no llegaron. Tras un primer semestre con una caída del 6,5 %, los pronósticos del pasado año fueron rebajados por el Ministerio de Turismo cubano (Mintur), que desplegó una intensa campaña para revertir la situación en los meses siguientes y, sobre todo, dar el salto esperado en 2019.
En 2018, la Isla recibió más de 4,7 millones de visitantes, un nuevo récord que tuvo nuevamente a Canadá como principal mercado emisor y a los cruceros como una boyante modalidad que multiplicó sus llegadas –principalmente a los puertos de La Habana, Santiago y Cienfuegos– y permitió a los estadounidenses sortear las medidas del gobierno de Trump contra los viajes a Cuba.
Para 2019, el plan del Mintur es ambicioso: 5,1 millones de visitantes, más de 5 mil nuevas habitaciones en toda la Isla y más viajes de cruceros. Además, prevé la diversificación del producto cubano más allá de “sol y playa”, con la promoción del turismo de naturaleza, salud y eventos como modalidades emergentes, esta última principalmente en La Habana, que celebrará sus 500 años de fundada y acogerá en mayo la Feria Internacional del sector en la Isla, FitCuba 2019.
Pero no basta con estos propósitos. El crecimiento de las estadísticas debe ser acompañado con coherencia por otro más importante: el de los ingresos. Solo así el turismo podrá presumir de ser la locomotora que necesita la economía cubana.
5. Cinco siglos de La Habana
Se cumplirán el 16 de noviembre de 2019, siguiendo la tradición que conmemora la fundación de la ciudad en su actual sitio y no en su primer asentamiento, en la costa sur de la Isla. Con ello, La Habana será la última de las siete villas fundacionales de Cuba en celebrar su medio milenio.
La capital cubana está ya en conteo regresivo y, desde 2018, lanzó una campaña liderada por la Oficina del Historiador y el gobierno de la ciudad, que incluye acciones constructivas, sociales, artísticas y comunicativas a lo largo de todo el año.
Restauración de edificios y calles emblemáticas, celebración de eventos culturales, y edificación de nuevas casas y hoteles, forman parte del programa, que tendrá su punto clímax en la celebración del aniversario –en el onceno mes del año–, para la que se espera, incluso, la visita de los Reyes de España.
Aunque es imposible que en pocos meses puedan borrarse los muchos problemas –constructivos, de saneamiento, de transporte, de iluminación– acumulados por la ciudad a lo largo de los años, el Dr. Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, llamó a aprovechar el impulso del aniversario, a pensar los 500 años no como una meta sino como una oportunidad para seguir trabajando y “cambiar el rostro de La Habana”.
Se cumpla o no, desde ahora y hasta noviembre mucho se hablará sobre los cinco siglos de la hermosa capital cubana.