Una de las cosas que uno lleva consigo, a dondequiera que vaya, es la cultura culinaria. Y fíjense que uso el término cultura a propósito, porque no se trata solo de los alimentos y su preparación, sino de la manera en que nos relacionamos con la comida y los momentos de comer.
No me gustan las generalizaciones, por eso me cuesta mucho decir, por ejemplo: a los cubanos nos encantan los frijoles negros, porque estoy segura de que habrá algunos, tan cubanos como yo, que no los soporten. Incluso en Cuba –una pequeña isla de tan solo 110 860 km2, o sea, unas 88 veces más pequeña que los Estados Unidos–, no se come igual en todas las regiones.
En mi casa es habitual sentarse a la mesa, sobre todo en la última comida del día, que usualmente hacemos entre las 8 y las 9 de la noche, y nadie puede sentarse sin camisa (regla estricta de mi padre). Los domingos almorzamos juntos, como otras muchas familias cubanas.
En ciertas costumbres coincidimos casi todos los cubanos, como en la de brindar café a la visita; es prácticamente lo primero que hacemos cuando llega alguien a casa, no importa incluso cuán allegados sean, o el tiempo de duración de la visita, a todos les brindamos café.
Al menos a mí, que tengo una memoria emocional que se dispara rápidamente con los olores, el aroma del comino, del café cubano (fuerte, intenso), el de los chicharrones… me hace sentir cerca de casa. Quizá es por eso que, para aplacar la nostalgia, muchos de quienes salen de su país, no solo de Cuba, abren restaurantes de comidas tradicionales.
Creo que para saber de un lugar, para tratar de conocer realmente a su gente, hay que degustar su comida. Desde que se aprobó el “trabajo por cuenta propia en Cuba”, o sea, el desarrollo del sector privado, la restauración ha sido el negocio más popular. Con este boom de “paladares”, como se le llama en la Isla a los restaurantes privados, ha habido también un desarrollo palpable de la gastronomía cubana.
Acerca de la cocina cubana actual, sus retos, su desarrollo, sus peculiaridades, y la relación cultural de los cubanos con la comida, te invito a leer en esta edición de OnCuba Travel.