Chucho Valdés es un hombre imponente, muy alto, corpulento, con unas grandes manos… Si uno, además, conoce su estatura musical y el impacto de su obra en el mundo, es natural sobrecogerse ante su presencia. Sin embargo, lo que separa ese primer impacto y una sensación de comodidad es solo en su primera sonrisa. Chucho tiene una sonrisa cercana, una carcajada fácil, estrepitosa y, a sus 78 años, conserva una mirada de niño curioso.
Nos encontramos en el estudio de fotografía de Osbel Concepción, para hacer la sesión de fotos. Con algo de recelo hablé con Lorena Salcedo, su esposa y representante: los estábamos esperando con un pan cubano y un bacalao, queríamos usar esos dos elementos para la foto de portada y no sabía cómo iban a recibir la idea. Nuestra propuesta era un guiño a “Bacalao con pan”, de los iniciales y más populares temas de Irakere1, y el primero donde la agrupación incluye tambores batá, importante aporte de Chucho y sus músicos al jazz. Un año antes de fundar Irakere, Chucho había experimentado junto a Oscar Valdés, en la percusión afrocubana, y Carlos del Puerto, en el bajo, en el ya trascendental disco Jazz Batá, donde usó los tambores afrocubanos por primera vez.
Para mi sorpresa, la respuesta de Lorena y de Chucho fue: “¡Claro! ¡Qué buena idea! ¿Cómo lo hacemos?”.
Ese hombre sencillo, amable, con un refinado humor cubano, es uno de los músicos de jazz más reconocidos del mundo, acaba de ganar su cuarto Grammy Latino y ahora suma diez Grammy en total. El disco que recibió este último premio es Jazz Batá-2, sobre el cual nos habla en la entrevista que le realizara para OnCuba la destacada musicóloga cubana Rosa Marquetti.
A través de Chucho Valdés, dedicamos este número a la música, la mejor embajadora de la cultura, y especialmente al jazz, puente excepcional entre las culturas cubana y estadounidense. Larguísima es la lista de músicos de ambos países cuyas influencias recíprocas nos han regalado piezas sublimes.
OnCuba celebra ese intercambio y agradece su belleza.
- Mítica agrupación que Chucho fundó en el año 1973. Irakere significa vegetación en lengua yoruba.